Barcelona lleva muchos años siendo un punto muy importante en el tejido empresarial de nuestro país. Pero su ambiente mediterráneo, unido a la multiculturalidad de la ciudad, le ha abierto las puertas a ser uno de los centros económicos de Europa. Después de la crisis que estamos viviendo, debe tomar las decisiones adecuadas para atraer el capital del resto del continente.
Más allá de las ciudades mejor valoradas para empresas tecnológicas y start-ups, Barcelona se encuentra en el cuarto lugar después de Londres, Berlín y Ámsterdam. El gran atractivo de la ciudad son los costes más bajos a la hora de contratar personal o alquilar unas oficinas. Y nosotros somos expertos en esto último.
Cada año, desde 2016, se crea un informe llamado Startup Heatmap Europe que sitúa las ciudades más interesantes para las empresas innovadoras. Durante los documentos de cuatro años seguidos (2018, 2019, 2020 y 2021), Barcelona se mantiene dentro de las cuatro mejor posicionadas de toda Europa.
Actualmente es la única ciudad española que se encuentra en el top 10 de este ranking, por encima de ciudades como París o Múnich. Y no solo es atractivo para las empresas, ya que 1 de cada 3 profesionales digitales llega a Barcelona desde otras ciudades de Europa, en especial de la capital francesa o Madrid.
Cabe destacar que en Barcelona han abierto sedes las principales compañías internacionales en los últimos años, con un fuerte arraigo al ámbito tecnológico. Además, tres empresas que han cambiado parte de su sector nacieron en oficinas barcelonesas: Glovo, Letgo y EDreams.
Además del mundo digital (con una amplia presencia de las denominadas “compañías fintech”), también el Port de Barcelona es un centro neurálgico de las comunicaciones con Europa. Durante los últimos años se han impulsado diferentes planes estratégicos que han dejado al puerto en una posición consolidada dentro y fuera del continente.
Mercè Conesa, presidenta del Port de Barcelona, cree que la ciudad puede convertirse en una de las sedes principales de la importación europea en los próximos años. Ha señalado que ahora, tras un momento “especialmente oportuno para la reflexión”, se tomarán acciones con una visión más a largo plazo.
Esto viene precedido de un gran aumento del tráfico marítimo en Barcelona entre 2017 y 2018, que no ha perdido fuerza durante la pandemia. También es importante la capacidad terrestre que tiene el comercio con el interior de Europa y Asia, que cuenta con la ciudad condal como puerta hacia el resto de España.
Como habrás visto, Barcelona es un foco de atracción tanto para la inversión extranjera como para el talento de los profesionales. Tiene una ubicación privilegiada en las costas mediterráneas y cuenta con conexiones internaciones por tierra, mar y aire de primera categoría.
Además, Barcelona puede presumir de uno de los recintos feriales más grandes de Europa. Aquí se apuesta por las actividades que promueven el conocimiento y las nuevas metodologías económicas, creando un denso tejido empresarial. La sostenibilidad también es uno de los motores de la ciudad, que se preocupa por el futuro del planeta.
La inversión en Barcelona es una decisión segura no solo a nivel empresarial, también formativo. En el área metropolitana se encuentran ocho universidades de alto prestigio internacional, tanto públicas como privadas. También tienen sede en la ciudad dos de las mejores 25 escuelas de negocio del mundo: ESADE e IESE.
Es imposible no pensar en Barcelona como el presente y el futuro económico de Europa. Una de las grandes ciudades del continente que trabaja por conseguir un espacio mejor para todos y en colaboración con todos. Un lugar único que permite dar el máximo en el ámbito laboral y descansar con el ambiente mediterráneo en los momentos de relax.